Distintas fuentes señalaron que el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, se había cortado solo cuando dijo que no era conveniente que el ex presidente no reasumiera el PJ porque debía encabezar una coalición de partidos de centroizquierda.Pero los hechos demuestran que la reasunción se posterga.
Daniel Scioli, Jorge Capitanich, Sergio Uribarri y Hugo Moyano visitaron la pista de patinaje de Olivos.
NCK -al que se lo vio pálido- pidió días para pensar, aunque en realidad, su estado de salud le impide celebrar reuniones que le provoquen stress.
Hasta se dice que cuando Julián Domínguez le pasó el celular a un productor del sur de la provincia, en realidad, el que le habló era alguien que se hizo pasar por el ex presidente.
La versión de que Kirchner recibió a un grupo delegados combativos del subte sería otra operación de prensa del "corcho" Alfredo Scocimaro, el nuevo vocero presidencial y Subsecretario de Medios.
Capitanich lanzó la reelección de CFK, en una operación que algunos califican de cortina de humo, semejante a cuando, en el 2006, el gobierno hacía correr la versión de que Kirchner se presentaría para su reelección.
Según nuestras fuentes, su estado de salud le impide al ex presidente lanzarse, por ahora, a ninguna reelección.
Pero el motivo más importante y difícil de revertir no es la salud sino las encuestas.
Éstas muestran que la situación económica nacional, con la inflación creciente, sumada al hartazgo por la inseguridad, le impediría a cualquiera de los dos postularse con posibilidades ciertas de llegar al ballotage.
Ahora aparece en el horizonte un supuesto reaseguro para el kirchnerismo, que es el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey.
Es una candidatura inventada por el ex Jefe de Gabinete Alberto Fernández, que hoy está en la lista negra de Olivos.
Pero en última instancia, Urtubey podría ser funcional al matrimonio presidencial.
Días atrás, el salteño concurrió a la reunión del Consejo Nacional del PJ y levantó la mano para pedir la reasunción de Kirchner.
La estrategia de aquél sería no confrontar y dejar que el matrimonio se vaya convenciendo, por la fuerza de los hechos, de que llegó la hora de aceptar un delfín.
Por todos los motivos señalados, ya hace más de 20 días que no se le ve la cara en público al ex presidente, y sus tensiones aumentarían a medida que se acerca el 10 de diciembre.
No sólo se quedará en minoría en ambas cámaras, sino que avanzan las conversaciones para crear una comisión investigadora bicameral de la corrupción en el gobierno.
Además, todavía es posible que los radicales y el PJ disidente lleguen a un acuerdo para defenestrar al oficialismo de la Presidencia de la Cámara de Diputados.
En ese caso, Kirchner se enfrentaría a una escena que le resulta insoportable: tener que jurar el 10 de diciembre en el recinto mientras la oposición festeja el desalojo de Eduardo Fellner.
Por último, la sanción de la reforma política todavía no está del todo asegurada en Diputados y mucho menos en el senado.
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