jueves, 28 de febrero de 2013


¿REEMPLAZO O DESTITUCIÓN?

munekkas

A consecuencia de la crisis, en Europa fueron reemplazados los Jefes de Gobierno de Grecia, Italia, España, Portugal, Inglaterra, Holanda, Irlanda, Dinamarca, Francia, etc. 

Los cambios se realizaron dentro de las disposiciones de sus Constituciones, sin traumas institucionales y, respondiendo a la voluntad ciudadana, los Parlamentos designaron a los nuevos Jefes de Gobierno.

El sistema parlamentario demostró su aptitud para superar las crisis.

En el sistema presidencial fuerte de Argentina, “el presidente de la Nación, es el jefe supremo de la Nación, y jefe del gobierno” (Art. 99 inc.1).

Para acusarlo ante el Senado por mal desempeño, delitos o crímenes comunes, se requiere la mayoría de 2/3 de diputados presentes (Art. 53) y para destituirlo se requiere el voto de 2/3 de los senadores presentes (Art. 59). 

El mecanismo resultó históricamente inviable y llevó a la sociedad a resolver el reemplazo con la destitución de facto, que es el peor camino, y que hoy es rechazado por unanimidad. 

El sistema presidencial debe cambiarse y proscribirse el intento de re-reelección.

A la actual Presidente podría acusársela de mal desempeño y falta de idoneidad para su empleo (Art. 16), por: desatar la inflación, designar funcionarios corruptos y sin idoneidad, no evitar el deterioro de los servicios públicos y la infraestructura, no resolver el flagelo de la pobreza.

Habría que determinar si constituyen delitos y denunciarlos: 

el enriquecimiento ilícito (sobreseída inesperadamente por un juez y no apelada la sentencia por el fiscal), 

las violaciones constitucionales (no pagar las expropiaciones, 

impedir ejercer toda industria lícita y salir del territorio argentino), 

no combatir la corrupción de los funcionarios y aceptar maniobras y resquicios legales para sostener su impunidad, 

influir en las sentencias del Poder Judicial, 

disponer arbitrariamente y con fines políticos de los recursos del tesoro nacional, 

usar los recursos de la ANSES para fines políticos, afectando los legítimos derechos de los jubilados y pensionados, 

dictar decretos de necesidad y urgencia sin que exista emergencia pública, etc.

El Congreso debe abocarse a estudiar las irregularidades existentes para evitar su proliferación en los tres años próximos del mandato presidencial.


AMIA


Los vínculos entre el atentado a la AMIA y la muerte de Carlitos Menem


HISTORIA CONFIDENCIAL

Los vínculos entre el atentado a la AMIA y la muerte de Carlitos Menem
Hace exactamente 18 años, un agente de inteligencia llamado Mario Aguilar Rizzi comenzaba a redactar una carta dirigida al entonces ministro del Interior del menemismo, Carlos Corach.

Allí, el espía advertía que había en marcha un posible atentado contra Carlos Menem Junior. 

“Está relacionado indirectamente con el tema AMIA (…)

Es un mensaje al Presidente”, advirtió Aguilar entonces.

La misiva fue enviada de manera “certificada” y con aviso de retorno Nº 8804. A pesar de ello, nadie le dio importancia y, un mes más tarde, el 15 de marzo de 1995, el hijo de Menem moría al caer en su helicóptero a la altura del Km 211,5 de la Ruta 9.

Días después, el propio Corach admitiría ante el juez Carlos Villafuerte Ruzo haber recibido la carta de Aguilar antes de que ese hecho ocurriera.



No era el único aviso: el 5 de noviembre de 1996 Cesar Luis Pineda, amigo de Carlitos, reveló en el mismo juzgado que el hijo del Presidente era hostigado a través de su teléfono celular. 

Dice el expediente:
“(…) Que cuando se enteró del accidente, él le avisó solamente a Ramón Hernández. Que su número de Movicom es el 4133366. 

Que dos o tres meses antes del accidente Menem (h) recibía llamados en los que no hablaban”.
Al testimonio de Pineda, se suma el de Yolanda Guzmán, militante histórica del menemismo bonaerense, quien declaró el 3 de septiembre de 1998 en la misma causa judicial y reveló que Menem Junior le había confiado que temía que intentaran matarlo.
En esos mismos días, se hicieron públicos otros varios testimonios de personas que afirmaban que Carlitos les había comentado que tenía miedo y que estaba amenazado por una “mafia”.
Dice la propia Zulema Yoma al respecto:
“Junior estaba bastante incómodo con varias personas. Incluso en varias oportunidades yo di el nombre y pedí que se investigue a un tal coronel Correa, de la SIDE.
Carlitos me había dicho: ‘Mamá, estuve con el coronel Correa en la Casa de Gobierno y le pedí que intervenga los teléfonos, que vea quién me está molestando porque siento que me están controlando y hay algo raro...’ 

Como yo no lo conozco al señor Correa, pregunté al amigo de Carlitos que estaba a su lado, Lucho Pineda, que estaban siempre juntos... le digo:

 ‘Lucho, ¿vos te acordás de eso?’ Y me dice: Sí, exactamente, fue el coronel Correa a la Casa de Gobierno; Carlitos le dio los teléfonos para que intervenga...”.
El mismo Correa, a la hora de declarar en la causa —el 29 de setiembre de 1997—aseguró que “Menem hijo lo citó por un problema que tenía con su teléfono particular y que luego de averiguaciones realizadas (le recomendó que) la mejor solución era cambiar el número, pero Menem no quiso porque le ocasionaría problemas de comunicación por su agenda personal de sus allegados, por lo que le sugirió hacer denuncia judicial, obteniendo como respuesta de Menem (h) que lo pensaría”.
¿Quién y por qué amenazaría al hijo del Presidente de la Nación? 

¿Quién se atrevería a tanto?
Zulema suele advertir que la muerte de su hijo fue planificada en el marco de un “tercer atentado”, como continuidad de lo ocurrido en la Embajada de Israel y la AMIA.
No es la única que lo cree: varios ex funcionarios menemistas entrevistados por quien escribe estas líneas en el marco del libro AMIA, la gran mentira oficial, aseguraron que la muerte de Junior fue un “ajuste de cuentas” por parte de Siria por pactos no cumplidos por Carlos Menem.
Es una historia que se remonta a 1988, cuando este último se entrevistó en secreto con el ex dictador Haffez Al Assad a efectos de conseguir dinero contante y sonante para su campaña presidencial.
El mandatario sirio le dio a Menem varios millones de dólares, pero pidió a cambio un par de favores que este jamás cumplió. 
“Una de las cosas que pidió Al Assad fue que la Argentina le proveyera un reactor nuclear a su país”, admitió a este cronista Oscar Spinosa Melo, uno de los que estuvo en esa comitiva
El dato fue confirmado luego por el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
Menem nunca se hizo cargo de su parte y fue entonces cuando llegó lo impensado: los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA. 
El mensaje hacia su persona fue evidente y el propio ex mandatario dijo una frase que quedaría en la historia:
 “Esto me lo hicieron a mí”.
Luego, llegaría una segunda frase reveladora por parte de Menem: 
“Les pido perdón”. 
¿Fue un mensaje a los ejecutores de los atentados o a la sociedad? 
Nunca se sabrá.
Lo cierto es que pocos meses después de lo sucedido en la AMIA, llegaría la muerte de su propio hijo. 
“Fue un accidente”, se adelantó en decir el entonces mandatario riojano, aún cuando no se habían hecho los peritajes correspondientes para saber qué había ocurrido.
Recién en 1999, a días de dejar la presidencia de la Nación, Menem admitió en el living de la célebre Susana Giménez que a su hijo en realidad lo habían matado.
 “Había balas en el fuselaje del helicóptero”, reveló entonces.
¿Por qué el ex Presidente esperó tanto tiempo para revelar algo tan atroz? 
¿Fue acaso porque temía que también fuera asesinada Zulemita Menem?
A esta altura no quedan dudas acerca de que Carlitos fue asesinado. 
Dos reveladores peritajes lo testifican, amén de los 14 testigos que fueron asesinados en diferentes circunstancias. 
Todos ellos denunciaron poco antes que lo de Junior no había sido un accidente.
Los tres golpes árabes
¿Fue la muerte del hijo de Menem uno de los tres mensajes que suelen dar los árabes a quienes quieren aleccionar? 
¿Fue acaso el tercer golpe luego de los atentados a la Embajada y la AMIA?
Quien lo respondió el jueves 18 de septiembre de 2003, fue el periodista Jorge Lanata en su programa de televisión 
“¿Por qué?”.
“Un secreto debe formar parte de tu sangre, dicen los árabes, convencidos de que el hombre no puede saltar fuera de su sombra. 
La venganza se come fría, y tiene para la mafia árabe una lógica ancestral. 
Deben pegarse tres golpes alrededor de la víctima, cada uno más cerca de ella. 
La embajada de Israel, la AMIA, el asesinato de Junior fueron cada uno de esos tres mensajes. 
La víctima que los comprendió, y sobrevivió para llegar a un acuerdo, fue Carlos Menem”, aseguró Lanata sin medias tintas.
En el mismo programa, el periodista aseguró que existió una red de operaciones e influencias que "desvió la atención sobre Irán y volvió a ocultar la pista siria, la pista de los tres golpes".
Lanata recordó entonces que en noviembre de 1994, después de dos años de ruptura de relaciones diplomáticas, Menem comenzó a recomponer su relación con Siria y viajó a Damasco, donde nombró nuevamente a un embajador argentino.
Pero al poco tiempo volvería a romperse el idilio. 
Fue entonces cuando el tercer golpe, le pegó más cerca. 
“Escribí cien veces sobre la AMIA y siempre escribí lo mismo. 
Siempre dije que esta historia daba asco”, recordó el periodista.
Luego dijo lo que nadie quería escuchar: “Hay espesas cortinas de humo. 
Nunca hubo una Traffic. 
Nunca hubo un conductor suicida. 
Las pruebas fueron plantadas. 
La embajada y la AMIA fueron atentados antisemitas, pero no tuvieron vinculación con el conflicto de Medio Oriente. 
O por lo menos no tuvieron el vínculo oficial, el dedo acusador que Israel, EEUU y Argentina trata de darle a Irán”.
Finalmente, Lanata se preguntó por qué habían ocurrido esos hechos: 
“¿Fue una maniobra de lavado de dinero que no se llegó a concretar? 
¿Fue por las promesas del misil Cóndor y los reactores nucleares, que al final terminaron en Egipto por presión de EEUU?  
¿Fue porque nunca quisieron devolver los favores que los árabes hicieron, poniendo plata para la campaña del 89?”.
 Las preguntas que se hace el periodista no están lejos de la verdad. 
La propia Cristina Kirchner supo impulsar durante los años 90 la políticamente incorrecta “pista siria”, en días en los que le tocó presidir la comisión parlamentaria que investigaba los atentados en Buenos Aires.
La hoy mandataria juraba en esos días que la “pista iraní” era falsa y recién en 2003 comenzó a adherir a esa línea de investigación. 
Fue después de un viaje que hizo a Estados Unidos junto a su marido, recientemente electo Presidente de la Nación.
Luego, llegaría un reservado encuentro con Zulema Yoma y el apoyo a las palabras de esta última: 
“La muerte de Carlitos Menem fue el tercer atentado”. 

miércoles, 27 de febrero de 2013


ASI SE CASTIGA A LOS CORRUPTOS


Y que lloren Los Giles....

 A riesgo de que surjan las voces de siempre a acusarnos de kirchneristas, chavistas, comunistas, musulmanes y demás estupideces que suelen elaborar los luminosos cerebros conserva-liberales, subimos esta noticia con referencia a como se castiga a los delincuentes económicos y a los usureros, en la República Islámica de Irán.

Cuatro acusados han sido condenados a muerte en el caso por el desfalco de 2.600 millones de dólares en el que estaban implicados siete bancos públicos y privados, el mayor asunto de corrupción desvelado en la historia de la República Islámica de Irán.
El fiscal general y portavoz del Poder Judicial iranio, Gholam Husein Mohseni Ejei, explicó que el Tribunal de Teherán que lleva el caso ha emitido sentencia contra 39 acusados, cuatro de ellas de muerte, dos de cadena perpetua y el resto de 25, 20 y 10 años de prisión, sin precisar los nombres de los condenados.

El proceso duró cinco meses y hubo 32 acusados. El fiscal del juicio aseguró que los encarados deberán devolver el dinero mal habido.

En este caso que se investiga desde el 2007 han sido detenidas e indagadas decenas de personas. La empresa Amir Mansur Arya obtuvo en forma fraudulenta grandes créditos de la banca estatal iraní. 

Por ello el poderoso gerente de dicha banca oficial, Mahamud Reza Jaavari, dimitió y escapó a Canadá, de donde es gestionada su extradición por el gobierno islámico.
Fte. 

Central de Información Nacionalista  

martes, 26 de febrero de 2013


LA POLITICA DE HOY


La política de hoy: coimas y retornos, Banelcos y valijas, arreglos y testaferros


coimas y retornos, Banelcos y valijas, arreglos y testaferros



El riesgo país no sólo responde a la elaboración de un análisis de variables económicas sino también a otros elementos que definen las condiciones de inversión en un determinado país. 
Si bien, tener déficit fiscal, o de balanza de pagos puede resultar clave a la hora de analizar la economía de un país, hay otros factores no económicos que inciden en gran medida a la hora de la definición de la sobretasa que se aplican a aquellas economías que no alcanzan el grado de inversión.

Así, algunos intangibles como el marco institucional, la seguridad jurídica y hasta la seguridad física asumen un rol preponderante cuando se define el riesgo país, en los casos en que sus economías funcionan bien y sus variables están en orden pero muestran sobre costos debido a una debilidad no económica. 
Eso es lo que miran los inversores antes de darle destino a su capital. 
Por eso no hay inversiones, salvo las especulativas financieras al amparo de la monumental deuda del Estado.
Esa es una de las razones por las cuales la Argentina no puede acceder al mercado de capitales: el elevado costo de endeudamiento está fuertemente penalizado por el riesgo país y éste indicador está condicionado por esos elementos intangibles.
En el caso doméstico, el paupérrimo marco institucional —emergencias, superpoderes, falsificaciones estadísticas y demás afectaciones al patrimonio de los particulares—, la inseguridad jurídica —con recusaciones, pruebas endebles y procesos judiciales fuertemente politizados—, y la inseguridad física -una ola de corrupción, robos, homicidios y secuestros-, impiden crear un ambiente transparente para las inversiones.
De esta manera, el peso del riesgo país sobre el costo financiero es enorme y la dirigencia vernácula parece querer minimizarlo.
Como un atavismo, la corrupción se apoderó de la clase dirigente y de allí se enquistó en toda la sociedad. Coimas y Retornos, Banelcos y Valijas, Arreglos y Testaferros, todos se entrecruzan formando un grosero tejido inflamable.
Si para sancionar una ley, antes hacía falta una tarjeta plástica o un diputado trucho, hoy todo se arregla con valijas y al compás de estos vaivenes, la dirigencia política cambia de "convicciones". 
No importa ya si las estadísticas son confiables o son falsificadas, si la ola de crimen es sólo una sensación o un estado larvado de guerra civil-, si la inflación es el impuesto a los pobres o "si permite el crecimiento y la movilidad social". 
Es el tiempo del "íSalvese quien pueda!".
A esta altura, poco interesa si la soja se sirve como yuyo o como milanesa o como hamburguesa, si el Estado imprime pesos de manera esquizofrénica, desatando una inflación de proporciones en medio de una deflación mundial, o si se llega al absurdo de que la Argentina tiene los precios de los alimentos más altos que en los países del primer mundo. 
Ya no está en discusión la viabilidad del modelo y su manifestación autocrática de asignación de recursos. 
Lo que está en juego es la viabilidad del sistema.
¿Qué hay detrás del modelo? 
El modelo deja paso a una democracia custodiada o vigilada donde las corporaciones abruman con su peso a los individuos y a una sociedad que deambula sin destino y a merced de los intereses de los grupos de poder. 
Cualquier intento de cambio es desestabilizador para la clase dirigente. 
En sólo 27 años, la dirigencia política ha quebrado el país en tres oportunidades. Es el mayor fracaso de la historia del país. 
Es la era de las felonías.

lunes, 25 de febrero de 2013



El “Mecanismo de Proyección” de Eduardo Aliverti 



El iconográfico locutor Eduardo Aliverti es uno de los comunicadores más comprometidos ideológica y políticamente.

Ideológicamente siempre estuvo equivocado: es comunista. 

Políticamente es un inmoral: hace propaganda a favor de la delincuencia kirchnerista.

Aliverti constantemente ha representado y encarnado las taras propias de todo militante psico-bolche arquetípico, cuya característica central consiste en culpar de manera automática, espontánea y constante de todos los fracasos o frustraciones propias a causas externas, ajenas o extrañas a su responsabilidad.

Von Mises ya nos advertía en su memorable obra

“La Mentalidad Anticapitalista” acerca de muchas personas que, tras padecer determinados resentimientos o desengaños, intentaban paliar su tormento interior refugiándose en partidos izquierdistas cuyos apotegmas embriagantes les ayudaban a evadir la realidad y calmar la angustia ocasionada por sus respectivos traumas y contrariedades.

En la teoría psicoanalítica freudiana, los mecanismos de defensa son estrategias psicológicas inconscientes puestas en juego por diversas entidades para hacer frente a la realidad y mantener la autoimagen. 

Después de Sigmund Freud, autores posteriores como Anna Freud, Melanie Klein y Alfred Adler, han propuesto una variedad de mecanismos de defensa cuya concepción les había ayudado a describir y comprender los fenómenos clínicos que se han observado.

Uno de los mecanismos defensivos recurrentes, es el que se conoce como “proyección”, en el cual sentimientos o ideas dolorosas son proyectadas hacia otras personas o cosas cercanas pero que el individuo siente ajenas y que no tienen nada que ver con él.

Esta ausencia de autocrítica también es frecuente en personalidades que cuentan por caso con rasgos psicopáticos.

Ante la desdicha, el malogro y el pesar, es moneda corriente en el microclima izquierdista culpar el infortunio de circunstancia apelando siempre a macabras conjuras perpetradas por los “poderosos”, el “imperialismo”, la “CIA”, la “oligarquía” y en los últimos tiempos, se anexó en el diccionario del buen progresista argentino al Grupo Clarín entre los satanizados conspiradores y villanos vernáculos.

Esta es la misma lógica usada por los apologistas de la banda homicida Montoneros (siempre reivindicada por Aliverti), la cual secuestraba empresarios, acribillaba policías y asesinaba niños.

Pero cuando el gobierno peronista ordenó darles un castigo ejemplar a partir de decretar el merecido aniquilamiento de la guerrilla, de soldados revolucionarios pasaron a ser presentados como “víctimas del terrorismo de Estado”.

El dictador vitalicio Fidel Castro, probablemente el máximo ídolo y referente de Aliverti, tras confiscar 300 empresas norteamericanas en Cuba sin indemnización alguna, el país agredido y afectado decidió legítimamente suspender el comercio con la isla.

Desde  entonces el represor Castro es presentado por sus feligreses como “víctima del embargo comercial”.

El mismo gobierno que le paga a periodistas como Aliverti para que lo adulen, se da el gusto de emitir moneda sin respaldo para financiar su clientelismo demagógico.

Pero luego, como esta medida irresponsable genera inflación, los defensores del relato oficial nos dicen que la inflación no es culpa de este desfasaje sino de “empresarios ambiciosos”.

Idéntico argumento fue el de Aliverti y sus colegas asociados, cuando tras el bochornoso papel de su empleadora en la Universidad de Harvard (quien no supo responder preguntas previsibles de un puñado de estudiantes inexpertos), salieron a defender a su jefa alegando que el cuestionario fue pergeñado tras un “complot armado por Mauricio Macri y Héctor Magnetto”.

Todavía son muchos los fantasiosos que alegan que Néstor Kirchner murió con motivo de la desmesurada entrega física que él le brindó a la causa de los “postergados” y no porque se pasó muchísimos años de su vida fumando con desmesura, consumiendo whisky, pernoctando en los casinos y desoyendo todo consejo médico.

Los ejemplos son inacabables y uno de los últimos y mas desopilantes “argumentos” proyectivos del progresismo militante se dio cuando los periodistas del régimen informaron que los habituales cortes luz que padece la Argentina no son producto de la inoperancia del Ministerio de Planificación sino de una “conjura de la derecha que atenta contra los equipos electrógenos”.

En estas horas, el ya mencionado Eduardo Aliverti ha sido noticia con motivo y ocasión del homicidio cometido por su hijo, Pablo García Aliverti, quien manejando alcoholizado atropelló y mató a un ciclista y lo llevó “puesto” en el capó durante 18 kilómetros.

Tras el episodio, el argumento esgrimido por el padre del asesino, una vez más incurre en el mecanismo que estamos comentando.

Efectivamente, después de vociferar y denostar a la gente que según él “lo están fusilando”, en plañidero todos los comunicadores oficialistas (y muchos periodistas “independientes”) salieron a “solidarizarse” con el susodicho lamentando “la tragedia del hijo de Aliverti”, sin mencionar que la verdadera tragedia la vivió el ciclista asesinado precisamente por el hijo del locutor apañado por sus pares y colegas.
Luego, fue el propio Aliverti quien salió al ruedo disparando la siguiente “reflexión”:
“Ojalá esto sirviera para que, de una vez por todas, se abra un debate serio acerca de la ética periodística”.

¿Qué tal si debatimos sobre la ética del conductor automovilístico?

¿Y si debatimos sobre aumentar la punibilidad para con los asesinos del volante a fin de que tras cometer sus crímenes estos no se vayan impunemente a sus casas?

¿Y si debatimos sobre los privilegios judiciales que tienen los amigos del gobierno a la hora de ser sometidos a causas judiciales?

Seguidamente, el locutor caído en desgracia arremetió contra la prensa que no se conmovió por la suerte del asesino sino de la víctima:

“somos o podemos ser víctimas de la gente que hace periodismo de esta manera (…)

Lo que estoy viviendo me ratificó con creces la gente que vale la pena y la que no. 

Pero al margen de lo sentimental, también me ratificó quiénes ejercen periodismo y quiénes son una basura técnicamente hablando (…)

Entre los primeros, [hay] mucha gente que no piensa ideológicamente como yo.

De los segundos, todos los que ya sabía. A los primeros, gracias por la decencia profesional, la estatura. 

No hablo de la solidaridad, hablo de la categoría periodística, de su don de gente profesional.

A los segundos, también gracias.

Por haberme demostrado que no me equivoco en la identificación de la carroña. Una carroña indescriptible”

¿Se refiere a la “carroña indescriptible” de aquellos que desde “678”, Página 12 y medios afines se dedican constantemente a destrozar por medio de operaciones de prensa abominables a todo aquel que no sea adicto al régimen?

¿Resulta que ahora la familia Aliverti es víctima?

Tanto sea por alguna patología psicológica como por hábil maniobra política, lo cierto es que la izquierda tiene siempre la potestad de convertir a victimarios en víctimas.

En efecto, si el odontólogo Ricardo Barreda (famoso por haber matado a sus dos hijas, su esposa y su suegra hace 20 años) hubiese sido un militante de izquierda, los periodistas como Aliverti habrían salido en su defensa alegando que el facultativo:

fue víctima de un terrible acoso familiar y que entonces tomó una decisión con emoción violenta en legítima defensa y que en aras de los derechos humanos, el centro de atención al jefe de familia acosado, y debido a la hidalga trayectoria del acusado a favor de los necesitados, sepamos comprender la situación de Barreda, lo exculpemos e indemnicemos por el daño psicológico al que fue sometido durante tantos años en su casa y por ende hay que darle otra oportunidad”.

¿Acaso les parece exagerado este último ejemplo?

Pues no lo es.

En mas o en menos esa fue la argumentación para otorgarle al parricida Sergio Shocklender (históricamente defendido por Aliverti con uñas y dientes desde la radio) millones de dólares para hacer negociados progresistas con resultados a la vista.

Y si un personaje es transmutado de peligroso parricida a custodio de las “viviendas populares”, no hay impedimento entonces para que Pablo García Aliverti  pueda en breve convertirse en víctima de la imprudencia de un ciclista que no usaba casco reglamentario y que gracias a su persona y aporte, ahora podemos por fin llevar adelante el postergado debate sobre la “ética periodística” solicitado por su progenitor hace unas horas.

Dice un viejo refrán que “uno en la vida puede hacer lo que quiera, pero lo que no puede es evitar las consecuencias”.

Esta regla nos comprende a todos los mortales.

Pero los izquierdistas, si bien tampoco pueden evitar las consecuencias, se las rebuscan para conseguir a quien echarle la culpa de las mismas.

GARCIA NO SE PRESENTO A DECLARAR.
Fue declarado en “rebeldía”. 
El accidente en el que atropelló a Rodas ocurrió a mediados de mes.
RODADO. Este es el vehículo que manejaba García.
El hijo del periodista Eduardo Aliverti, Pablo García, no declaró esta mañana como estaba previsto.
El hombre que atropelló y mató a un ciclista en la Panamericana, a la altura de Pilar, tenía que presentarse ante el Juzgado de Faltas de la Provincia de Buenos Aires pero no lo hizo y fue declarado en “rebeldía”. 
La muerte de Reinaldo Rodas ocurrió el 17 de febrero.
Según trascendió, el joven chocó a la víctima a 130 kilómetros por hora y no habría frenado su marcha hasta llegar al peaje de Pablo Nogués.
DENUNCIA
Ayer, en un diálogo con TN.com.ar, Alberto Domínguez, el abogado de la familia de Rodas, aseguró que:                                          
El letrado señaló que la Policía Científica "no le sacó sangre" y agregó que "la fiscal María Inés Rodríguez los procesó por incumplimiento de los deberes de funcionario público".
EL HERMANO DEL CICLISTA MUERTO LE PIDIO A ALIVERTI DEBATIR SOBRE MANEJAR EBRIO.
Fue luego de que el periodista enviará un mensaje grabado a su programa de radio en el que pedía rever la ética periodística. 
La carta completa.

Las palabras de Eduardo Aliverti, quien rompió el silencio ayer a casi una semana del accidente en el que su hijo atropelló y mató a un hombre, tuvieron una pronta respuesta de la familia de Reinaldo Rodas quien, a través de una carta enviada al Diario Perfil, le solicitó al conductor radial un debate sobre la “irresponsabilidad de conducir ebrio”.
Aliverti, en su mensaje grabado emitido ayer, había solicitado un debate sobre la "ética periodística", mientras aseguraba que estaba siendo fusilado. De la vereda de enfrente, Sergio Rodas lo invitó a hablar sobre “cómo las leyes parecen beneficiar a quienes conducen alcoholizados”.
El texto completo de la carta dice:
“Sr. Aliverti:
Tal vez sería de más actualidad sugerir un debate sobre 

"la irresponsabilidad de conducir ebrio” 
O de cómo las leyes de este país parecen beneficiar dicha actitud (que el manejar alcoholizado, sea un atenuante.) 
¿Pero quién soy yo para sugerirle temas de debate? 

No estoy a su estatura intelectual ni mucho menos. Somos gentes del montón como lo era mi hermano.
Hoy de repente el tema entró por el camino que menos queríamos, ninguno de nosotros (familiares directo) hubiésemos querido mediatizar esta gran tragedia que nos invade y que nos acompañará toda la vida. 
Pero es así como se siente desde acá abajo, un estado de desamparo que hace insoportable el dolor.
Ahora comprendemos mucho más a las víctimas de tránsito, estamos sufriendo en carne propia la sensación de que todo va a quedar en un simple accidente con muerto pero sin culpables. 
Por esto Sr. Aliverti creo sinceramente que sería más beneficioso para la sociedad un debate profundo sobre este tema, usted que tiene los medios y el poder de hacerlo.
Y como Usted dice la vida de algún modo seguirá… 
veo que parece ser un buen padre por la forma que protegió a su hijo durante estos días turbios ..
y seguramente lo seguirá haciendo, lo seguirá ayudando y conteniendo. 
Aunque ya es un hombre tiene mucho para enseñarle. 
Hágalo Usted que puede, mi hermano ya no va poder hacer lo mismo con su hijo.
Atte.: Sergio Rodas
(Hermano de Cacho)”