lunes, 28 de diciembre de 2009

DIA DE LOS SANTOS INOCENTES

Hoy, la historia recuerda la matanza ordenada por el Rey Herodes en Belén de Judea.
Esta buscaba asesinar al Mesías, el Hijo de Dios.

El Día de los Santos Inocentes recuerda un hecho histórico del cristianismo: el asesinato de los menores de dos años residentes en Belén (Judea), por disposición del rey Herodes, quien buscaba eliminar al recién nacido Jesús de Nazaret.

San Mateo en el Nuevo Testamento de la Biblia Cristiana, cita que Herodes organizó la matanza de niños conocida como de los Santos Inocentes, al sentirse amenazado por Jesús.

El hecho aconteció hace más de dos mil años a inicios del cristianismo. Cuentan los evangelios que en aquel tiempo, nació el niño Jesús en un precario establo en Belén de Judea.
Su venida al mundo concitó interés de 3 reyes procedentes de Oriente para adorarlo.
Estos fueron orientados por un lucero luminoso, pues según las escrituras ese niño sería el Rey de los Judíos.

Conocidos como Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar se acercaron a Herodes, que desconocía el suceso.
Le preguntaron dónde había nacido el rey de los judíos y le explicaron que vieron brillar en el Oriente una estrella que los guió y que el fin de su presencia era adorar al recién nacido.

Preocupado e irritado, Herodes reunió a príncipes, escribas, sabios y sacerdotes a los que preguntó si sabían dónde nacería el Niño Dios.
Estos le respondieron al rey que en Bethlehem (Belén) de Judea, conforme lo anunciado en las Sagradas Escrituras.

Herodes llamó a Melchor, Gaspar y Baltasar y les pidió que se dirijan a adorar al niño, pero que luego le informaran dónde se encontraba para él también ir a rendirle homenaje, aunque realmente pretendía asesinarlo.

La estrella condujo a los reyes hasta el sitio donde había nacido el Niño Dios, ante quien se postraron y le ofrecieron oro, incienso y mirra.

Al retornar a sus tierras, los reyes magos fueron avisados por Dios de las protervas intenciones del malvado Herodes.
Entonces usaron otro camino de regreso para no enterarlo del sitio donde estaba el Unigénito.

Al no tener noticias de los sabios (reyes), los cuales lo burlaron yéndose por otra vía, e indignado por no saber identificar ni saber dónde estaba el Niño Jesús, Herodes ordenó matar a todos los niños menores de 2 años.

De aquella matanza ocurrida a inicios del cristianismo Jesús se libró, debido a que un ángel se le manifestó en sueños a José, el padre adoptivo del Niño Rey, quien le indicó que se alejara de Belén de Judea (con la Virgen María y el recién nacido), pues el Hijo de Dios se encontraba en inminente peligro de muerte ante la amenaza sugerida.

La Sagrada Familia formada por el carpintero José, María Virgen y el Niño Dios, escapó a Egipto, logrando evitar la matanza ordenada por el cruel Herodes.

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