Permita entonces le diga que a Ud. le vienen cagando en la cabeza y no de risa justamente, circunstancia de la que evidentemente, “no acusa recibo”.
De todas maneras, convendrá conmigo en que la distinción, la tienen sobradamente merecida.
Ud. me pregunta si la condecoración la otorga la Corona Real Española.
¡No, espere!; ¡tampoco es para tanto!.
La otorga una Dietética y Veterinaria del Barrio de Pompeya.
Evidentemente, están empeñados en “arrancar” con la empresa a full, sin reparar en gastos mayores ni menores.
Me dice que el barrio de Pompeya le parece “poco paquete”.
Mire; dedíquese a cualquiera actividad que no esté relacionada con el comercio.
Simplemente deténgase a pensar por unos segundos, y dígame que tiene Pompeya que no tengan otros barrios.
¡Es verdad!; la Iglesia de Pompeya, pero convengamos en que la mayoría de los barrios, tiene su iglesia, ¿sí?; bien, ¿entonces?.
Ahora me dice “la falopa”.
Si Ud. está realmente convencido que en el único barrio donde se vende falopa es Pompeya, alquílese cuando menos un departamentito de un ambiente y salga de la “burbuja” en la que vive.
¡Espere, espere!, mejor deje de pensar a ver si todavía me hace un “ACV” en plena calle, y me mete en un compromiso.
Mejor se lo digo yo: Pompeya, tiene la Feria de los Pájaros, cosa que no tienen otros barrios.
Y cuando le digo que la elección es la correcta, y ya no hablo del barrio, se lo digo porque estará conteste conmigo en que la señora, año que pasa, año que más bonita se la ve.
¡Que Ud. no la pueda ni ver, es un problema suyo!; procure ser objetivo y verla entonces…le digo más…¡no se la pierda!.
A mí me recuerda y mucho a la LOREN; más años, más bonita.
Por otra parte, ¡se empilcha que dá gusto!; hasta me animaría a decirle que además de tener en cuenta la estación, hora y temperatura para la elección del “modelo”, repara en la humedad relativa ambiente.
Y como acá se trata justamente de “balancear” y la empresa piensa por sobre todo en un matrimonio “como Dios manda”, nada mejor que el Néstor; una mezcla rara de Discépolo y Edmundo Rivero.
¿Ud. llegó a conocer a esos verdaderos fenómenos de la literatura y el canto?.
Me dice que solo a través de alguna película…¡perfecto, más que suficiente!.
¡Claro que me refiero al parecido físico de los personajes!; nunca al síquico, que por otra parte y a mi modesto entender, no tiene antecesores ni antecedentes.
Además, y como habrá advertido, el Néstor es la contracara en cuanto al gusto para empilchar.
El tipo no deja el saco cruzado así lo “muelan” a palos, y lo peor es que apenas le hace juego con “la mirada”, ¿me explico?.
De hecho, y si de balanceo hablamos…¡la pareja perfecta!. Sí, ya sé que tienen muchas cosas en común además de los bienes, pero como ya le dije, el tema pasa únicamente por lo que está a la vista.
¡No se olvide que esto es publicidad pura, y la publicidad, entra por los ojos o por los oídos!; nadie hace publicidad a la que para interpretar, sea necesario un tratado de siquiatría o sicología.
Ahora lo dejo…me voy a dar “un toque” y luego rajo para casa; ya me está costando y mucho contener a las dos ratas vivas que llevo en el bolsillo, el almuerzo de la víbora que me afané el otro día de la Feria de Pompeya, porque como seguramente sabrá, en la feria, “se vende de todo, se vende”.
Ricardo Jorge Pareja
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