No me va a decir que el título no le seduce!
La idea la tomó la señora Nilda Garré, a sugerencia de un Chef de relativo prestigio, vecino del Barrio de Lugano. Se sugiere para acompañar a este exquisito plato a modo de entrada, “Okupas encapuchados a la molotov” y como postre, “Vecinos indignados a la buena de Dios”.
Ingredientes del novedoso manjar:
1) 200 vigilantes desarmados con o sin chaleco naranja;
2) 6 a 12 neumáticos en desuso;
3) 1 ½ litro de rhum;
4) 6 a 12 cajitas de fósforos Ranchera;
5) 1 orden de desalojo de imposible aplicación;
6) inacciones de Gobierno -se sugiere utilizar la marca “Me importa tres carajos”-.
Modo de preparación: meta los “doscientos vigilantes” en una cacerola, dentro de la que ya han recibido un pequeño hervor, distintas “inacciones de Gobierno Me importa tres carajos”; cuando se está por producir el segundo hervor, arrojar sobre el menjunje, “de 6 a 12 neumáticos en desuso”; a continuación, retirar el preparado de la cacerola, desparramándole lo más prolijamente posible, dentro de una fuente para servir; rociar a gusto con “rhum”, tapándole con “una orden de desalojo de imposible aplicación”.
Entregar a cada comensal a modo de souvenir, una cajita de fósforos “Ranchera”.
Al unísono, y a modo de brindis, los mismos rasparán la cabeza de un fósforo sobre la base granulosa de la caja, arrojándoles encendidos sobre la fuente que de inmediato tomará fuego.
Se dejará que el mismo se extinga naturalmente para lograr un mayor y más intenso ahumado de su contenido.
Observaciones: dicho plato no está recomendado para asmáticos o personas con problemas bronquiales y respiratorios agudos como el de uno.
Debe servirse recaliente.
De todos modos, se recomienda tener a mano, tantas dosis de Duo Decadrón inyectable como comensales presentes, y una enfermera quien también podrá hacer las veces de ayudante de cocina.
Ricardo Jorge Pareja
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