lunes, 28 de mayo de 2012


EL MODELO ATRASISTA DE LA ARGENTINA





Apos­ta­ría doble con­tra sen­ci­llo que cuando el señor Mariano Recalde aban­done la pre­si­den­cia de Aero­lí­neas Argen­ti­nas no va a ser reque­rido por nin­guna empresa inter­na­cio­nal, aérea o no, para ofre­cerle tra­bajo. 


Sacando a los argen­ti­nos y a los kami­ka­zes de cual­quier nacio­na­li­dad, 


¿quién le con­fia­ría a este incom­pe­tente la admi­nis­tra­ción de un quiosco de 
golo­si­nas? 


Sin embargo, ahí está él, “haciendo patria” en Aero­lí­neas, ganando su sueldo de cin­cuenta mil pesos y geren­ciando la pér­dida dia­ria de diez millo­nes de pesos de los contribuyentes.


Su amigo, Axel Kici­llof (otro “pollo” del semi­llero de La Cám­pora), ya no lo secunda como sub­ge­rente en la empresa. El tam­bién se fue a “hacer patria” por su lado. 


Gra­cias al kir­ch­ne­rismo ofi­cial y al kir­ch­ne­rismo ofi­cioso (radi­ca­les, socia­lis­tas, 
pino­so­la­nis­tas, clau­dio­lo­za­nis­tas, etc.), es uno de los inter­ven­to­res de la empresa expro­piada (eufe­mismo de atra­cada) YPF.


El que lo acom­paña en la inter­ven­ción es, nada menos, el minis­tro De Vido (otro al que, difí­cil­mente, le ofrezca tra­bajo Bill Gates) ­Vaya para­doja! 


 El res­pon­sa­ble del desas­tre ener­gé­tico actual, quien hace ape­nas seis meses atrás se bur­laba de los que le anti­ci­pa­ban la cri­sis, es el mismo al que el Gobierno y la 
opo­si­ción ins­tala como la solu­ción del pro­blema. 


Broma maca­bra, si las hay. 


(En otro país lo hubie­sen puesto en órbita de una pun­ta­pié en el coxis)


­Cuánto nos irá cos­tar el dúo Kicillof-De Vido! Sos­pe­cho que lo que le debe­mos a 
Rep­sol (US$10.000 millo­nes) será “un vuelto” com­pa­rado con el che­que sin fon­dos que nos deja­rán para cubrir. 


Diga lo que diga la gente, la admi­nis­tra­ción pri­vada es siem­pre mejor que la estatal.


Prueba de ello, es que el aumento espec­ta­cu­lar del patri­mo­nio de los fun­cio­na­rios se da en simul­tá­neo con la quie­bra de las empre­sas públi­cas que tie­nen a cargo. 


Mas, todo tiene un límite.


El des­pil­fa­rro, el clien­te­lismo, la mala ges­tión, la irres­pon­sa­bi­li­dad y la corrup­ción mar­chan, mien­tras alcanza la plata y toda­vía que­dan indi­vi­duos (víc­ti­mas que no 
tra­ba­jan ni en, ni para, el Estado) a quie­nes, saquear. 


“El modelo” entra en cri­sis ter­mi­nal en el momento pre­ciso en que lo pro­du­cido por los que tra­ba­jan ya no alcanza para ali­men­tar la vora­ci­dad del Estado.


El Gobierno ya no tiene a mano al FMI, a los mili­ta­res, al impe­ria­lismo yan­qui o a la 
oli­gar­quía, para car­garle la romana. 


Demo­ni­zar al Grupo Cla­rín, no alcanza. 


Es evi­dente que los perio­dis­tas y los due­ños de los medios opo­si­to­res no tie­nen 


nin­guna res­pon­sa­bi­li­dad con entre­garle a Hebe de Bona­fini y a Ser­gio Sho­klen­der mil millo­nes de pesos. 


Menos aún, de las desas­tro­sas polí­ti­cas de subsidios.


Ahora bien, que nadie se engañe ni se haga el dis­traído, pues el rotundo fra­caso de este gobierno es tam­bién el rotundo fra­caso de todos los argen­ti­nos. 


Por­que la ges­tión K no disi­mula lo que es y, así y todo, fue ple­bis­ci­tada dos veces (la última con un 54% de los votos); y, tam­bién, por­que la opo­si­ción, con rarí­si­mas excep­cio­nes, es más de lo mismo.


Son kir­ch­ne­ris­tas con bue­nos moda­les, en todo caso; más, kir­ch­ne­ris­tas al fin. 


Por­que les vota­ron a favor leyes cla­ves, y, por­que, o callan ver­gon­zo­sa­mente o 
com­par­ten en forma cóm­plice el envi­le­ci­miento de la “Jus­ti­cia”; la que sufri­mos, con el pom­poso título de “polí­tica de dere­chos huma­nos”, se ha dedi­cado ser­vil y casi exclu­si­va­mente a “la caza de bru­jas”. 


La ven­ganza, el odio, la revan­cha, el aco­rra­la­miento del adver­sa­rio, en ajuste con el pro­ce­der pusi­lá­nime de la opo­si­ción, es lo que com­pone la infra­es­truc­tura del modelo kir­ch­ne­rismo. 


Carac­te­rís­ti­cas estas, comu­nes y típi­cas (para usar el neo­lo­gismo de Hora­cio Vázquez-Rial) de los regí­me­nes atrasistas.

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