martes, 27 de abril de 2010

DESDE EL DIVAN MAFALDA

1. Entré al consultorio, me quité el abrigo y avancé hasta el diván.

Me senté; no estaba en condiciones de acostarme.

Si en esa sesión no miraba a la cara a mi analista, no hubiera sido capaz de emitir una palabra.

Sabía que lo que había descubierto podía cambiar el curso de mi terapia.

Percibía que por primera vez estaba a punto de descifrar por qué me afectaba tanto no entender la realidad, algo que les pasa también a muchos políticos, sólo que a ellos no les importa.

Mirándolo a los ojos, le dije a mi terapeuta:

Mi mamá y mi papá me engañaron todo el tiempo.

2. Y sin dejarlo pestañear fui desarrollando el nudo de mi angustia. ...

Y no fueron mentiras así nomás.

Yo puedo perdonarles que me hayan asegurado que si tomaba la sopa iba a crecer, pero NO esas calumnias que afectaron mi vida para siempre.

Con la carga adicional de saber que no estaba recordándolas todas, comencé a enumerar las que aún resonaban en mi atormentado cerebro:

3. La Argentina es un país rico, vos plantás un palo de escoba y crece una planta, por eso acá nadie se muere de hambre.

Al final siempre ganan los buenos.


Si lo dijeron por la tele, es verdad.

Los periodistas tienen que ser objetivos y en ningún momento mostrar su ideología, sólo tienen que informar y eso sirve para formar.

El que roba va a la cárcel.

Si querés ganar mucha plata tenés que trabajar muy duro.

Para integrar un partido político tenés que tener la misma línea de pensamiento que el resto de tus compañeros.

Juez no es cualquiera, primero tiene que demostrar su honestidad .

Los ladrones le tienen miedo a la Policía.

Si te pasa algo en la calle, llamá a un policía, él te va a ayudar.

4. Un presidente, cuando asume, declara su patrimonio, y cuando termina su mandato no puede tener más que cuando asumió.

La escuela pública es la mejor, a las privadas van aquellos a los que no les da la cabeza para estudiar.

Los políticos son los representantes del pueblo.

Mis derechos terminan donde comienzan los de los demás y viceversa.

Si sos honesto siempre te va a ir bien en la vida.

El cliente siempre tiene razón.

El banco es el lugar más seguro para guardar la plata.

Este es un país de inmigrantes, el que llega no se quiere ir .

Acá no trabaja el que no quiere.

5. Después de trabajar toda la vida, el premio es que podés jubilarte y vivir sin trabajar.

La esclavitud se terminó hace rato y está prohibido que los chicos trabajen.

Los países ricos ayudan a los países pobres.

Como se come acá no se come en ningún lado.

Nos tienen bronca porque somos los mejores.

Todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y obligaciones.

Ningún país se puede inmiscuir en asuntos internos de otro.

Después de las elecciones, el candidato que perdió se pone a disposición del que ganó para ayudarlo.


6. Al llegar a ese punto, me arrepentí de verle la cara a mi terapeuta...

él también estaba llorando mientras hacía añicos el retrato familiar que hasta ese día cuidaba como un tesoro.

¡¡ Cuánto crecimos engañados en el país de mamá y papá !!

Jorge Guinzburg

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