Triste imagen la de una mujer que se hace escoltar por grupos de enajenados, irracionales, para sentirse más fuerte…
Triste continuidad de un Proyecto en donde los prepotentes arrasan impunes.
Después de haber sido testigo involuntaria del cortejo fúnebre de Néstor Kirchner, pude percibir el verdadero dolor que aqueja a la Argentina el día de hoy.
No es la muerte de un “Gran Estadista” como lo llaman en todos los medios, ni la desaparición de un “Gran animal político”, no es la incipiente viudez de Cristina Fernández, ni la incertidumbre de la continuidad de su Proyecto Político.
El dolor de la Argentina que yo percibí no estaba en el ánimo de sus deudos, ni de sus miles de seguidores y acólitos.
Es más, podría afirmar que el dolor no estaba ni siquiera presente…
Lo que yo vi fue una gran manifestación de rabia, enojo, odio, rencor, impotencia, encarnada por una multitud de hombres y mujeres argentinos vociferantes, a quienes sus emociones mas primarias y rudimentarias los convierten en catalizadores de grandes procesos funcionales a los intereses de otros seres, no tan emocionales, sino muy racionales…
EL cortejo avanzaba precedido de grupos violentos que “barrían” la calle con sus violentos cantos, sus violentas expresiones, con sus violentos ademanes…
No respetaban al cordón de ciudadanos apostados a la vera de las Avenidas…
No respetaban a los móviles policiales de su propia custodia…Incluso los insultaban a su paso…
Militantes jóvenes, militantes obreros, militantes, militantes…. Pero todos violentos militantes…
Groserías, improperios, insultos transformados en canciones….
Sera esa la música elegida por Cristina Kirchner para acompañar el Descanso Eterno de su marido?
Triste imagen la de una mujer que se hace escoltar por grupos de enajenados, irracionales, para sentirse más fuerte…
Triste continuidad de un Proyecto en donde los prepotentes arrasan impunes.
Triste espectáculo montado para dejar que los diferentes Señores Feudales que forman su corte de Vasallos, tengan su momento de gloria ante las cámaras.
Se le rinde tributo no a un Gran Hombre, de grandes virtudes, como sugieren en canales y radios sino al Jefe de una Gran Pandilla.
Una pandilla de violentos, que por la fuerza han asaltado la vida institucional de la Republica, desconociendo y despreciando una y otra vez los mecanismos de la vida democrática argentina.
El realismo mágico latinoamericano transforma en dioses y próceres a cualquiera que haya logrado sus objetivos sin importar los medios utilizados…
Se rinde tributo al Poder en estas latitudes más que a nada ni a nadie…
Cristina acariciando una y otra vez el féretro de su marido es una metáfora difícil de soslayar...
Acariciar el poder frente a las multitudes, disponer que porción de ese Poder está dispuesta a compartir…
Habrá algún medio que publique la verdadera sensación que producía ese Cortejo fúnebre a su paso?
Se habla de Dolor.... Pero el verdadero dolor es ser testigo mudo de todo esto.
Dolor produce pensar que la Argentina con la cual soñamos muchos argentinos es hoy más que nunca una Utopía.
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