lunes, 11 de junio de 2012


EL EMBUSTE KIRCHNERISTA ANTE LA PROTESTA SOCIAL






Tras los cacerolazos antikirchneristas de la semana pasada, los voceros del régimen y sus medios asociados sacaron a relucir y enfatizar tres “argumentos” concretos para tratar de minimizar o ridiculizar el tenor de dichas protestas.


a) Por un lado, los emisarios del gobierno esgrimieron el hecho de que estas manifestaciones no gozan de la misma convocatoria de la que se regodean los actos oficialistas (como si la numerología proselitista fuese fuente de verdad). 


¿No saben los colaboradores del régimen que estos eventos son convocados por vecinos que acuden motu propio al salir de trabajar y no por aparatos organizados con propaganda, vianda, buses y punteros financiados por el Estado?  


Resulta que el cacerolero opositor financia con su bolsillo su protesta y con sus impuestos los actos del kirchnerismo.


Pero si conforme se mofó el programa estatal “678” el número de interesados en una causa definiera la validez de un argumento o la legitimidad de una proclama: 


¿le asiste la razón al diario “Clarín” por sobre “Página12” porque aquel vende medio millón de ejemplares por día y a este no lo lee ni Cristina?, 


¿Jorge Lanata que en su ciclo sextuplica el rating de “678” tiene entonces seis veces mas cuota de verdad que la que poseen los alcahuetes que lucran en el canal estatal que nunca pasan los  dos o tres puntitos de audiencia televisiva?


b) Otro asombroso razonamiento de los defensores de la corrupción estatal, consistió en tratar de subrayar que los caceroleros eran “gente bien” o de clase media (como si esto deslegitimara la protesta). 


Pues bien, este testimonio clasista es un soberana imbecilidad, porque si nos ajustamos a esa lógica de inequívoco tono marxistoide, cabría concluir que estamos en presencia de una rebelión de las clases menos pudientes contra la rancia oligarquía gobernante, dado que ningún cacerolero, por buen pasar que pudiera tener, ostentaría la inconmensurable fortuna de los Kirchner, Boudou, De Vido, Timermann y de toda la camarilla de magnates y filibusteros que detentan el poder político.
C)
Finalmente, el silogismo de los pensadores rentados del oficialismo nos dice que estos cacerolazos no obedecen a ninguna motivación seria sino que es un snobismo o capricho con motivo y ocasión de las restricciones a la compra-venta de dólares. 


¿Es acaso una superficialidad refugiarse en una moneda más confiable que la que imprime Vanderbroele y que además el Estado envilece con una inflación cuya gravedad el mismísimo Estado niega y miente? 


Y si refugiarse en el dólar es un acto de frivolidad y no de supervivencia: 


¿por qué la oligarquía que ejerce funciones en el gobierno “nacional y popular” tiene sus cuentas millonarias en dólares y en el exterior?


CONCLUSION


Nos llama la atención el contenido en exceso rudimentario de estos tres argumentos levantados por los portavoces regiminosos y nos surgen como contrapartida tres interrogantes: 


¿a ningún pregonero paraestatal se le ocurrió fabricar algún mantra algo mas elaborado?; ¿acaso estos difusores argumentan con la misma solidez con la que votan?; 


¿o será que con estos slogans alcanza y sobra como para conformar y darle letra a la muchedumbre que sufraga en favor del oficialismo? 


Lamentamos inclinarnos por esta última posibilidad.

miércoles, 6 de junio de 2012



 COMIENZA EL DEBATE SOBRE DESPENALIZACION DE DROGAS
  


El juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, la ministra de Seguridad, Nilda Garré y el titular del Sedronar, Rafael Bielsa, asistieron hoy miércoles a la audiencia de las comisiones de Prevención de Adicciones y Legislación Penal “despenalización de estupefacientes para consumo personal”. 

Con la droga siempre hay alguien que lucra, y otro paga con su vida y su salud.






  • En la reunión se pondrá a consideración un proyecto para despenalizar la tenencia de drogas para uso personal, consensuado entre los diputados Ricardo Gil Lavedra (UCR), Diana Coni (FpV), Victoria Donda (FAP) y los titulares de las comisiones de Legislación Penal y de Prevención de Adicciones, Oscar Albrieu (FpV) y Mario Fiad (UCR), respectivamente.

El debate rondará en torno al "Régimen contra el narcotráfico; modificaciones sobre tenencia y penalización; incorporación del art. 29 sobre despenalización del consumo de la marihuana para uso terapéutico", entre otros puntos.

Esta propuesta busca permitir el consumo personal de drogas y el autocultivo. 

De aprobarse la ley, se podrá fumar marihuana en la calle, siempre que no haya niños cerca. 

También se reducirán las penas para el contrabando, a fin de habilitar la excarcelación de las denominadas "mulas".

Teniendo presente que las leyes cumplen una función pedagógica, deben desalentar el consumo de drogas y no promoverlo, pues de lo contrario, dejamos a las futuras generaciones una pésima enseñanza al otorgar un reconocimiento legal al consumo de drogas.

Tal como ha ocurrido en otros países, la despenalización del consumo favorece el incremento de las facilidades y oportunidades para obtener drogas y por lo tanto aumenta el consumo, más que disminuir. 

Un ejemplo típico es Holanda, que ahora está volviendo atrás y ha comenzado a restringir el consumo de marihuana.

Despenalizar el consumo de drogas implica dejar abandonado al adicto, que ya no recibirá tratamiento alguno y que probablemente comenzará a delinquir para poder pagar los altos costos de su adicción.

No nos engañemos con los propósitos supuestamente altruistas de algunos: 

con la droga siempre hay alguien que lucra, y otro paga con su salud y su vida.

martes, 5 de junio de 2012


QUE HAY DETRAS DE LOS CACEROLAZOS



No fue casual que los recientes cacerolazos contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, en la noche del jueves pasado, surgieran en los mismos barrios porteños donde empezaron a sonar las cacerolas contra el corralito del gobierno de Fernando de la Rúa y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, allá por 2001.

Tampoco fue casual que las protestas a cacerola limpia arrancaran tras una jornada cargada de rumores, más tarde desmentidos desde el Gobierno, de que podrían pesificarse los depósitos bancarios en dólares.

Podría decirse que al sentimiento opositor de vastos sectores porteños hacia el kirchnerismo se sumó la memoria colectiva de quienes temen volver a vivir los tensos tiempos que signaron la caída del gobierno delarruista y el duro tránsito hacia el fin de la convertibilidad uno a uno.

Distintos analistas de opinión pública consultados coinciden en que la raíz de las demandas que invocan los portadores de las cacerolas es económica. 

Sin embargo, el hecho que determina el paso de la simple bronca contenida a la acción callejera es la combinación entre el malestar socioeconómico y la percepción de corrupción en lo más alto del poder político.

"Aun cuando el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner es visualizado por la mayor parte de la sociedad como menos corrupto que otros gobiernos, como el de Carlos Menem, la asociación de casos como el Boudougate con problemas como la inflación, el aumento de precios de la canasta familiar, la ineficiencia del Estado para impedir tragedias como la de Once y, finalmente, las restricciones para comprar dólares, termina siendo determinante", opinó la analista de opinión pública Graciela Römer.

En otras palabras, el cóctel dado por percepción de corrupción y ataque al bolsillo propio puede ser mortal para cualquier gobierno.

"El supuesto cínico de parte de la clase media argentina es que, como todos roban, mientras nos vaya bien económicamente, podemos mirar para otro lado. 

Pero cuando, además de robar, toman medidas que afectan nuestro bolsillo, nos rebelamos", sintetizó Römer.

Para el sociólogo Eduardo Fidanza, de Poliarquía Consultores, el cacerolazo es por el momento "una expresión de protesta relativamente aislada y protagonizada fundamentalmente por población de clase media alta de barrios de la ciudad de Buenos Aires". 

Sostiene que, sin embargo, "puede ser el germen de una protesta más generalizada de las clases medias de los grandes centros urbanos del país", tal como la ocurrida en 2008, en medio del conflicto con el campo, que anticipó el rechazo de votantes independientes a Néstor Kirchner en las elecciones legislativas realizadas un año después.

Detrás de las cacerolas, "más que la inseguridad, están la inflación, el descenso de los ingresos familiares, el temor a la desocupación y una ansiedad anticipatoria de la crisis", según Fidanza.

Distintos sectores sin distinción partidaria están convocando en estas horas a un nuevo cacerolazo para este jueves. 

El movimiento, por ahora incipiente, refleja cierto hartazgo hacia un estilo de gestión y un intento de advertencia al Gobierno frente a la incertidumbre económica, los fantasmas del pasado y los temores de una profundización de las medidas intervencionistas.

lunes, 4 de junio de 2012

CONFIRMADO: SE NOS RIEN EN LA CARA



Las delirantes afirmaciones sobre pensar en pesos de la presidente y Aníbal Fernández, más otras perlitas más de la semana pasada, confirma que se nos ríen en la cara

Mientras Cristina Fernández afirmaba que viene un nuevo mundo, pero algunos están atados al viejo y reclamaba que los argentinos no piensen en dólares, que lo hagan en pesos, Aníbal Fernández, en una entrevista radial con Magdalena Ruíz Guiñazú, casi a los gritos decía que el tiene dólares porque se le canta. 

También a los gritos le respondía a la periodista, cuando le preguntaba si tenía dólares: “Y Ud. que le importa”.

Si esa preguntara me la formularan a mí, la respuesta de Fernández sería la correcta, pero resulta que el ex duhaldista devenido en ultra kirchnerista fue jefe de gabinete, ahora es senador por el oficialismo y pocos días atrás afirmaba, en otra entrevista radial, que los argentinos tenemos que ir acostumbrándonos a pensar en pesos.

Si todo el gobierno viene afirmando esta pavada de tratar de pesificar de facto la economía, la respuesta de Fernández es un descaro. 

En efecto, él dijo que había comprado dólares en tiempos pasados, no ahora, como una forma de justificar la tenencia de dólares. 

El problema es que esa no es una excusa para seguir teniendo dólares. 

Si, como él afirmó y el resto del gobierno insiste, los argentinos tenemos que empezar a pensar en pesos,  lo que debería hacer Fernández, para ser creíble en su discurso, es vender los dólares al tipo de cambio oficial, de la misma forma que el gobierno obliga a los exportadores a vender sus divisas al dólar oficial, y hacer un depósito a plazo fijo en pesos al 9 o 10 por ciento anual. 

Total, si como dice el INDEC oficial, la inflación es del 9%, no va a perder plata. 

Salvo que piense que la inflación va a ser del 30% anual.

¿Acaso no es el gobierno el que dice que no hay que pensar en dólares y que los que fugan capitales son traidores a la patria? 

Bueno, para demostrar su patriotismo y fe en el modelo, que venda sus dólares, los coloque a plazo fijo en pesos así los bancos pueden prestarle a la gente sus ahorros. 

Esa es la forma en que funciona el mercado crediticio. 

Unos ahorran vía el mercado de capitales para prestarles a otros para que consuman o inviertan.

Pero con los dichos de Fernández quedó en claro que la inclusión social del kirchnerismo es en base a la plata del trabajo ajeno, porque de la de ellos no parecen estar dispuestos a poner un peso.

Pero aquí no termina la historia. 

El gobierno fue cerrando la compra de dólares para los particulares mediante mecanismos arbitrarios. 

La AFIP autoriza al que se le da la gana violando todos los principios constitucionales, persiguen a la gente con perros por la calle para ver quién anda con dólares, hay que explicarle a la AFIP dónde viajo, porqué viajo, con quién viajo, etc. para poder comprar dólares, las empresas no pueden girar utilidades al exterior, las importaciones se autorizan como se le canta a Moreno y ahora se espantan porque dicen que hay una operación mediática para asustar a la gente con la pesificación. 

Son ellos los que hacen lo imposible para asustar a la gente. 

Y hacen todo eso porque la realidad es que el Central no tiene los U$S 47.000 millones que dice tener.

Dijo Cristina Fernández: 

"Quiero convocar a todos los argentinos a que más que lo que leen piensen en lo que pasó en el país en los últimos nueve años, y allí encontrarán la clave de lo que somos capaces de hacer y, también, de lo que nunca seremos capaces de hacer". 

Coincido, en estos nueve años ignoraron los fallos de la Corte Suprema de Justicia, confiscaron nuestros ahorros en las AFJP, destrozaron el sistema energético,  la política ganadera hizo que consumieran 15 millones del stock ganadero, nos prohíben comprar dólares como si fuésemos delincuentes, confiscaron las acciones de Repsol sin indemnización previa y ley, Moreno es un burócrata todo poderoso que, sin firmar una resolución, da órdenes por teléfono diciendo qué hay que vender, a qué precio, en qué cantidades, adelantaron a su antojo las elecciones del 2009, y el listado sigue.

Cuando analizo lo que han hecho en estos nueve años para ver qué son capaces de hacer la respuesta es clarísima: pueden sobrepasar todos los límites imaginados a la hora de cometer barbaridades económicas, ignorar el orden jurídico y confiscar a diestra y siniestra, sabemos qué pueden llegar a hacer y qué es seguro que no van a hacer: someterse al Estado de derecho.

En 2003 el Estado Nacional recaudó $ 72.248 millones. 

En 2012 ingresaron en las arcas estatales $ 540.134 millones, es decir, en pesos multiplicaron por 7,5 veces los ingresos solo del Estado Nacional, es decir, sin contar la carga tributaria provincial y municipal. 

Y a pesar de haber multiplicado por 7,5 los ingresos fiscales hoy tiene déficit en las cuentas públicas y no saben qué caja manotear. 

Eso han demostrado de lo que son capaces de hacer en estos 9 años.

Si medimos la recaudación en dólares, pasó de U$S 25.516 millones en 2003 a U$S 130.769 millones en 2012. 

 Multiplicaron por 5,3 los ingresos fiscales medidos en dólares y encima no les alcanzan los dólares para pagar la deuda pública al punto que fuero por las reservas del BCRA y encima no le dejan comprar libremente dólares a la gente. 

 Eso han demostrado de lo que son capaces de hacer en estos 9 años.

Con estos datos solamente podemos advertir de lo que son capaces de hacer: despilfarrar los recursos de los contribuyentes en una orgía populista para acumular poder.

Cristina Fernández también afirmó:

 "Se han perdido muchos silo bolsa en Carlos Casares, en Azul, por las inundaciones, que no es nada bueno. 

Yo desde acá les dije no especulen, vendan que está a buen precio. 

La avaricia, tener mucho y querer más, es un pecado".

La verdad es que el crecimiento patrimonial de los Kirchner no parece coincidir con este párrafo de doña Cristina.

Apelando a la paciencia del lector transcribo otro párrafo del discurso de la presidente: 

"Olviden la especulación, piensen en sus hijos y vean lo que está pasando en el mundo. 

A todos nos gusta tener siempre más, es una conducta del hombre, pero cuando esto traspasa algunos límites trasciende la racionalidad humana". 

Dígame realmente el lector si, definitivamente, no se nos ríen en la cara amparados en la impunidad que les otorga el monopolio de la fuerza que les delegamos.

Finalmente, ante las denuncias de eventuales coimas en la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, el kirchnerista Ottavis dijo: 

“Es mi teléfono el de la foto. (...) Clarín pone una foto confusa, trucha, poco clara, y dice algo que no es real. 

La impunidad de este diario, de violar la intimidad de un trabajador, de una persona, asusta. Mienten porque lo de ayer es histórico". Ottavis se queja porque dicen que violan su intimidad. 

¿Qué tenemos que decir el resto de los mortales que para comprar un dólar debemos darle a la AFIP información privadísima o para viajar al exterior tenemos que contar nuestra vida particular?

Insisto, amparados en la impunidad que otorga el monopolio de la fuerza, si nos ríen en la cara. Pero, como dice el dicho, ojo que el que ríe último, ríe mejor. 

No vaya a ser cosa que un día las cosas se den vuelta y se les borre la sonrisa de la cara cuando, restablecida la república, tengan que dar explicaciones de infinidad de causas que hoy duermen en el los escritorios de algunos jueces.

SOBORNOS


Versiones de pago de sobornos para aprobar el impuestazo 

En la sesión de la Cámara de Diputados bonaerense, un fotógrafo de Clarín captó la imagen del celular de José Ottavis cuando se enviaba mensajes con otra legisladora de su espacio. 

Allí se hablaba de "150 mil por cabeza" ofrecidos "a los diputados" de la oposición para conseguir aprobar el proyecto de reforma tributaria de Daniel Scioli. 

Otra vez, las versiones sobre la compra de votos sobrevuelan la sanción de una ley clave.

Esta vez, ocurrió en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires donde Daniel Scioli logró ayer que se aprobara el proyecto de reforma impositiva, luego de semanas de tironeos con la oposición que se negaba a darle quórum. 

Al mediodía, el gobernador firmó el decreto preparado por la Casa Rosada para imponer el revalúo de las tierras rurales. 

Con esa condición, comenzó la sesión en La Plata, según publica Clarín. 

En el hemiciclo, un fotógrafo de Clarín pudo captar la imagen del celular de José Ottavis, vicepresidente de la Cámara y uno de los líderes de La Cámpora. El diputado chateaba con su compañeros de bancada Miguel Funes y Rocío Giaccone, también camporistas. 

Según lo que se alcanza a leer, en ese intercambio de mensajes, Giacconne lo alerta: “ 150 mil x cabeza ofrecen a los diputados de la opo según palabras de Valeria Arata. Se está corriendo eso ...”. 

Ottavis le responde: “Bueno chicos. 

No contemos más cosas y cuidado ...”. Ottavis y Giaccone trabajaron juntos en el comando del Fondo de Capital Social (FONCAP) hasta diciembre pasado, cuando asumieron como diputados provinciales. 

Giaconne, al igual que la radical Arata, es oriunda de Junín La semana pasada, en un intento por defender su accionar en el Senado provincial, el vicegobernador Gabriel Mariotto había dicho que, hasta su llegada, las leyes se acordaban “en oscuras oficinas, con valijas que iban y venían”

 Aquella frase se incrustó como un dardo en la piel de los peronistas bonaerenses que trasiegan hace años los pasillos del parlamento provincial. 

“Yo no vi revolear valijas en el Senado”, lo cruzó Cristina Fioramonti de Kunkel, la jefa del bloque del FPV en el Senado. 

“Si tiene pruebas, por qué no fue y las dijo. ¿Por qué nos empiojó la situación?”, bramó el jefe de la bancada oficialista en Diputados y hombre de Amado Boudou, Juan de Jesús, que adjudicaba a aquella declaración parte de la culpa de que se cayera la sesión hace dos semanas: 

cualquier diputado opositor que diera quórum, quedaba bajo sospecha. 

Pero ayer, diez diputados del PRO-Peronismo y nueve del Frente Amplio Progresista se sumaron a los del FPV y Nuevo Encuentro hasta llegar a 61 y poder dar comienzo a la sesión en la que se sancionó la ley que beneficiará a las arcas provinciales y nacionales. 

Arata y el resto de los radicales no dieron quórum y luego bajaron al recinto a votar en contra. 

Pero el fantasma de la compra de votos quedó documentado en el celular de Ottavis. 

domingo, 3 de junio de 2012


ARRANCO EL PARO DEL CAMPO Y YA SE SUMARON OTRAS PROVINCIAS

Los ruralistas bonaerenses buscan extender la medida a todo el país.
Con envión moderado comenzó la protesta de los chacareros bonaerenses contra la aprobación de una ley impositiva que determina el aumento en el 40% de las partidas del inmobiliario rural.

Es un paro de comercialización por 10 días con manifestaciones al costado de algunas rutas del interior provincial. 
Según los relevamientos de las entidades del campo, ayer s e instalaron piquetes al costado de las rutas en por lo menos 30 puntos del territorio bonaerense.
Uno de los más numerosos estaba en el cruce de la nacional 8 y la provincial 191, en Arrecifes. 
“Había entre 80 y 100 productores, con carpas y una casilla preparados para instalarse allí”, dijo a Clarín el responsable del departamento gremial de la Federación Agraria, Cristian Roca.
Los ruralistas esperan intensificar la pelea. 
“En las asambleas hay quórum para nacionalizar la protesta ”, aseguró Roca ayer. 
El martes, la Mesa de Enlace agropecuaria definiría nuevas medidas.
“Además, del impuestazo en la provincia hay otros pedidos:
los lecheros de la cuenca santafecina están enfurecidos por el precio que impuso el gobierno, en Entre Ríos también hubo un aumento de los tributos y la venta de la producción se hace imposible con las restricciones del gobierno”, enumeró el dirigente. 
Con ese panorama por delante, esperan el anuncio de un paro en todo el país.
Pedro Apaolaza, vicepresidente de Carbap, señaló que “Entre Ríos ya adhirió el viernes. 
En Corrientes, expresaron su solidaridad y las entidades de Córdoba recomendaron a los productores no realizar movimientos” comerciales durante el paro bonaerense.
Ayer, se registraron manifestaciones de puñados de productores en San Pedro, Salto, Pinzón (partido de Pergamino), Guerrico (San Nicolás), 25 de Mayo, Lincoln (con una asamblea incluida), Junín, Azul, bolivar, Villegas, Ramallo, Chacabuco, Pehuajó, Saladillo y Roque Pérez, entre otros puntos.
El disparador de la medida de fuerza fue el aumento en las valuaciones fiscales de los inmuebles, que dispuso Daniel Scioli por decreto, y la aplicación de un aumento en el gravamen que aprobó la Legislatura el jueves.
La protesta recién comienza. 
En los próximos días su repercusión será acotada. Se dispuso el cese de comercialización de hacienda y granos. 
Pero mañana se espera un ingreso normal en Liniers, porque las operaciones se pactaron antes de la decisión de las entidades del campo.

viernes, 1 de junio de 2012

LE PASO AL CAMPO LA FACTURA DE LA FIESTA



La primera novedad conocida ayer es que la crisis recesiva de la economía se abatió sobre el Estado. 


Daniel Scioli debió elegir sólo entre dos alternativas. 


Desvalijar al ya castigado sector agropecuario o resignarse a no pagarles a los empleados públicos el sueldo y el medio aguinaldo de junio. 


La provincia de Buenos Aires tiene más de 500.000 empleados en la administración pública. "Y los municipios podían estallar", dramatizaron cerca del gobernador. 


La pregunta sobre por qué aceptó firmar una medida tan impopular tiene su respuesta en la otra alternativa con que contaba. 


Se hubiera convertido en el primer gobernador, desde la crisis de 2001 y 2002, en atrasar el pago de salarios y aguinaldos.

La segunda novedad claramente percibida es que el peronismo gobernante (y, sobre todo, el kirchnerismo) decidió transferirle a la economía privada la carga de una larga fiesta de dispendios. 

El gasto público está en su mayor porcentaje histórico sobre el total del PBI. 

Inmerecido aumento del empleo público, subsidios inexplicables a casi todos los sectores sociales, obras públicas con precios desorbitados y arbitrarios, y una manifiesta desconfianza en la gestión privada de la economía. 

Esos han sido los trazos de la administración económica del kirchnerismo en sus nueve años de poder. 

La decisión de que otros hagan el ajuste es, además, inoportuna. 

El impuestazo bonaerense cayó sobre una sociedad muy sensibilizada por la retracción económica y por las restricciones a la libertad cambiaria. 

El precio político a pagar podría ser muy alto para Scioli y para la Presidente. 

Los cacerolazos de ayer en la Capital fueron la reproducción, atenuada todavía, de recordadas sublevaciones sociales.

La marea de la bonanza económica, en efecto, ha bajado ahora. 

 También vienen en declinación las encuestas de la Presidente.

La necesidad financiera del Estado es fácilmente perceptible. 

Otra vez, como en 2008, el cofre más seductor es el que encierra la renta agropecuaria. 

"Tenemos una situación complicada con la economía internacional y con la nacional", explicó ayer el propio Scioli. 

Es cierto, pero es igualmente verdadero que las complicaciones de la economía afectan a todos los sectores, incluido el agropecuario.

El Estado en general (la Nación, la provincia de Buenos Aires y los municipios) se llevarán unos 5000 millones de pesos adicionales, sólo en el distrito provincial más grande del país. 

Impuestos provinciales y municipales recaudarán unos 2600 millones de pesos más. 

La administración nacional se hará de otros 2500 millones. Scioli ha dado muchas explicaciones reservadas sobre semejante aumento en la carga tributaria, pero la justificación se encuentra en otra noticia. No pudo colocar un bono en el exterior para un crédito de 1000 millones de dólares, que estaba previsto en el presupuesto. 

Hizo algunos sondeos y las respuestas fueron desalentadoras: la tasa de interés que le exigían superaba el 20 por ciento anual.

Es el mismo caso de Córdoba; por eso, el gobernador José Manuel de la Sota postergó el bono por 200 millones de dólares que pensaba ofrecer en el mercado internacional de créditos.

Las tasas en el exterior se fijan por el riesgo país. 

La Argentina tiene hoy el mismo riesgo país de Grecia, dos veces y media más alto que el de España, el país que está ahora en el centro de la crisis internacional. 

El conflicto para el kirchnerismo es que la desconfianza en los países europeos tiene su explicación en la crisis de la eurozona. 

No hay ninguna razón internacional, en cambio, para explicar la desconfianza en la Argentina. 

 Las únicas razones que existen se esconden detrás de los manejos y de los desmanejos de los funcionarios argentinos.

Desventajas

Si bien Scioli explicó que quedarán excluidas de los nuevos impuestos las tierras afectadas por la inundación o la sequía, lo cierto es que el sector agropecuario en general está trabajando con serias desventajas. 

Cobra sus exportaciones con el dólar oficial, pero debe pagar sus insumos con el dólar pa

ralelo o con precios que crecieron al calor de la inflación en pesos o en dólares. La sequía ha dejado una mala cosecha, que significa un 20% menos de soja y casi un 50% menos de maíz. 

El precio internacional de la soja está salvando de la ruina a los productores, pero ellos pagan el 35% en retenciones, además de los otros impuestos nacionales, provinciales y municipales.

Hasta hace diez días, dirigentes nacionales agropecuarios le propusieron a Scioli una negociación. 

La propuesta incluía un aporte directo de 450 millones de pesos al tesoro de la provincia y un aumento gradual de la valuación de la tierra que podía significar un incremento del 300%. 

No hubo respuesta. 

El gobernador decidió negociar directamente con los dirigentes rurales de la provincia, pero con éstos no hubo acuerdo. 

Según los dirigentes nacionales, el aumento general de impuestos anunciado ayer significarán subas de entre el 1700 y el 2000%. 

Ninguna sociedad, en la historia de la humanidad, aceptó pasivamente semejante rapacidad por parte del Estado.

El problema no se termina en Buenos Aires. Cristina Kirchner les ordenó a los gobernadores de provincias agropecuarias (a Scioli, en primer lugar) que hurguen en la renta rural antes de pedirle dinero a ella. 

Es una manera inteligente, pero extrañamente obedecida, de repartir el costo político del ajuste en el sector privado. 

Ajuste que no hará el Estado. 

Es también un regreso a la lógica de la resolución 125, que consistió en despojar de recursos al eficiente campo argentino para transferirle al Estado los fondos que éste ya no tiene.

El problema ahora es político. 

¿Hasta dónde llegarán las secuelas sociales de las decisiones que está tomando el kirchnerismo? 

Dirigentes rurales rogaban ayer que el paro con movilización de la próxima semana no se convierta en cortes de rutas, aunque habrá productores al costado de los caminos. 

La clase media de la Capital, golpeada por la inflación y con sus libertades restringidas para acceder al dólar, ya venía en virtual estado de rebeldía. 

Nunca fue mayoritariamente kirchnerista; lo es cada vez menos. 

Todavía vaga e incipiente, la vieja alianza de 2008 entre ruralistas y sectores sociales urbanos, cuando sucedió la guerra del kirchnerismo contra el campo, parecía repetirse.

Lo único que no fue una novedad es la condición vanguardista de la provincia de Buenos Aires como referente de las crisis políticas y económicas del país. 

Todas las crisis empezaron siempre ahí. 

El kirchnerismo tuvo la ventaja de la disciplina. 

Scioli obedeció otra vez. 

A pesar, incluso, de que el kirchnerismo lo desgastó sin cesar (gracias a los Mariotto de este mundo), mientras se cocinaban las condiciones económicas y sociales de la crisis que ayer sólo comenzó.